México demostró entrega y talento, pero no lo suficiente para vencer. En 2024, ya no logra imponerse a Venezuela, un equipo que lucha para clasificarse al Mundial y que sufre para ganar a Jamaica, Honduras y Panamá. Esta vez, frente a la Vinotinto, México dejó escapar la oportunidad de avanzar con seguridad en la Copa América, complicando su clasificación. El próximo domingo, el enfrentamiento contra Ecuador será decisivo.
El primer tiempo mostró un equipo mexicano propositivo, que manejaba el balón con destreza y disfrutaba del juego. Sin embargo, pronto surgieron fallos constantes, desesperación y faltas. Santi Giménez, el jugador con mayor proyección de México, hizo todo lo posible para rematar a portería, pero no tuvo éxito y terminó fuera del campo después de una hora de partido.
Durante el descanso, el equipo mexicano comenzó a desmoronarse. César Montes tuvo que abandonar el campo por lesión, sumándose a la baja de Edson Álvarez la semana anterior. Con la salida de estos pilares defensivos, Israel Reyes debutó junto a Johan Vásquez.
La desorientación mexicana fue aprovechada por Venezuela. En un contragolpe, Jon Aramburu fue derribado en el área por Quiñones. Yeferson Soteldo quiso pedir el balón, pero el capitán Salomón Rondón, familiarizado con el portero mexicano por sus enfrentamientos en la Liga MX, ejecutó el penal para anotar el gol en el minuto 57.
México cayó en un bache profundo. El entrenador Jaime Lozano intentó con Alexis Vega y Guillermo Martínez, pero Giménez, frustrado, fue sustituido. A pesar de la presión mexicana, Venezuela se defendió con eficacia. Un tiro a larga distancia que terminó en una mano de Miguel Navarro llevó al VAR a dictaminar penal para México. Orbelín Pineda, recién ingresado, intentó engañar al portero, pero Rafael Romo detuvo el tiro, asestando un golpe devastador a los mexicanos.
En los últimos minutos, México intentó de todo: tiros de larga distancia, tiros libres y corners, pero no logró romper la defensa venezolana. Sin sus capitanes y sin la guía de figuras como Andrés Guardado o Rafa Márquez, el equipo se mostró perdido. El entrenador Lozano tiene poco margen de maniobra con una generación golpeada por la falta de oportunidades en una Liga mexicana saturada de futbolistas extranjeros.